jueves, 31 de mayo de 2018

Volver a empezar: la caida (o no) de Rajoy


Lo que está ocurriendo en la política española era algo esperable y realmente predecible pues la situación de los grandes partidos políticos no deja resquicio a la improvisación.

Aunque parezca que las cosas van sucediendo de una forma poco organizada y a impulsos, todo lo que estamos viviendo, se muestra, en mi opinión, realmente inevitable y bastante predecible.

Y lo que ha de acontecer ahora pasa por lo que Rajoy decida, puesto que en función de su planteamiento se obstaculizará en mayor o menor medida la toma del poder, de forma temporal, del partido del Sr. Sánchez.

Si Rajoy decide no dimitir y someterse a una dura derrota, Sanchez tendrá por delante la difícil tarea de negociar los presupuestos de 2019 con partidos que en principio, muestran intereses contrapuestos.

Si Rajoy decide irse antes de que se vote la moción, es posible que tengamos Gobierno en funciones hasta después del verano puesto que es dudoso que puedan configurar un gobierno de acción entre sensibilidades tan opuestas (de hecho ya tuvimos una experiencia similar en el intento del Sr. Sánchez en el 2016). Por tanto, en esta circunstancia, el Sr. Sanchez y su partido tendrán que trabajar muy duro sino quieren verse abocados a una convocatoria electoral para finales de este año.

Es evidente para mi que Rajoy no va a vender su derrota fácilmente, puesto que colaborar en que el Sr. Sánchez entre en la Moncloa y se refuerce, no solo como candidato sino como gobernante, hace peligrar y mucho las posibilidades de “resurrección” de un partido popular moribundo. Si alguien pone cordura en el PP es de suponer que Rajoy agotará el plazo de su dimisión in extremis con la intención de oscurecer la votación de la moción de una manera dramática y bien comunicada con un impacto mediático sin precedentes.

Bien pensado esto es lo que tendría que hacer Rajoy. De este modo obstaculizaría la consolidación de su máximo rival y por ende, ganaría tiempo para posicionar al PP en una batalla electoral más que probable.

Pienso ciertamente que resistir y ser derribado es una opción, pero me parece que los beneficios que aporta son poco o nada rentables para el Sr. Rajoy y su partido.

Visto con perspectiva esta es la antesala de la entrada al poder de un partido distinto a los tradicionales. Si no, al tiempo.

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